Una visita inesperada
Buenas
lector, les contare en prosa una historia ocurrida en Ferrol que a muchos muda
y otros no. Es tal su impacto, que no recomiendo leerla a menores de tres años.
Tras leer esta recomendación, comencemos por describir la situación.
Erase una vez un mundo al revés en el que
nadie parecía ver aquello que veía. Nuestro protagonista, con sus 14 años
supuesto pelo oscuro, estatura media y ojos negros. Desconocía el día que se
echaba encima de sus hombros. Siendo un Lunes lectivo con sensación de sueño y
malestar. Se levanto y de inmediato fue a la ducha, para que no se adelantara
la granuja de su hermana, Cabelina. Tras acabar, sin tan siquiera inmutarse con
el agua fría. Ya por la costumbre ni la sentía. Es como la melancolía de cada día.
Son las 7:53, dejo la cartera preparada y almorzó. Su mente aun no mostraba
señales de vida. Suena de nuevo el despertador, marca las 8:03, ya no hay
tiempo para bravuconerías. Hitbana, salé de casa en dirección al instituto.
A pocos metros del instituto se encuentra
con un conocido suyo de origen belga que le dice:
-
Buenos
días, Hitbana. Te veo que andas sin gana. ¿Qué te ocurre?
-
Buenas
Patrick, –con voz apagada- nada, un día de estos deprimidos donde piensas y no
encuentras el sentido a nada. Donde nada es algo y algo es nada... buscando los
retales en mi mente para montar un puzzle.
-
Madre
mía, Hitbana. Si no te conociera juraría que estás enfermo. Venga, te animas a
una carrera hasta el instituto. Cuando antes lo pasemos antes volveremos.
-
Venga
no tengo nada que perder, ya me seguiré rayando en el instituto jajajaja –
riéndose con una amplia sonrisa-.
Se colocaron en una
esquina a pocos centímetros uno del otro y Patrick comienza la cuenta
atrás-tres,dos, dos y medio, uno…!ya¡-.Patrick como buen pícaro que es agarra
en la salida a Hitbana y coge ventaja. Se aleja, muchísimo de Hitbana. Aun así,
ambos siguen corriendo. Llega un momento en el que Hitbana tropieza y caé
dándose un fuerte golpe en la cabeza contra el suelo.
Cuando Hitbana abre
los ojos se da cuenta de que no está en la calle, sino en un lugar sombrío
donde un hombre se dirige a él muy tranquilamente. Se coloca a su lado, le
ayuda a levantarse y le dice:
-
Bienvenido
al infierno, Hitbana.
-
!
Cómo ¡ - Sobresaltado y muy excitado por
la noticia- Entonces, ¿Tú eres Lucifer?¿Dónde está Dios?...
-
Ese,
es nuestro vecino. – Le interrumpe-
-
Espera,
¿Me estás diciendo que ambos estáis en el infierno? Increíble…
-
Ya
ya, todos venís con el mismo tema. Alguien que vino antes que tú hará unos
cinco mil años dio un mensaje equivocado.
-
Si,
andan muy equivocados por allí abajo. Una cosa, ¿Puedo hablar con Dios?- Con
voz tímida -.
-
¿Con
Dios? Dentro de sus murallas solo entra quien el quiere. No me refiero a los
pecados, puesto que si vives la vida pecaras y si no, también. Por tanto, entra
quien el quiere. Tan siquiera yo se que hay tras esos muros, solo se que entra
y sale quien Dios quiere pero nunca he visto una salida por esos muros… .
-
Pero
¿Cómo va a ser esto el infierno? Tan siquiera tienes tridente y si no fuera por
la lava y el color rojizo esto parecería un chiste malo.
Lucifer muestra una amplia sonrisa acompañado de una gran
carcajada y tras relajarse le contesta:
-
Eso
son bulos de otros como tu que han llegado al infierno queriéndose asegurar un
hueco aquí.
-
¿Asegurarse
un hueco?¿Necesitas entrada o algo?
-
No,
no Hitbana. Aquí solo llegan aquellos que no son aceptados en el otro lado del
muro pero los recursos son limitados y deberíamos de repartirlos entre más.
-
¿Acaso
es posible quedarse sin recursos en el infierno?
-
¡Claro!
Pero creamos y reciclamos nuevos los recursos para el nuevo camino y..
-
Disculpa,-Hitbana
no le deja acabar porque le cuesta asimilar todo lo que le dicen y interrumpe a
Lucifer para reflexionar.-no entiendo nada. ¿Nuevo camino?¿Hay algo superior?
¿Qué es eso de otros que llegaron y dejaron bulos por el mundo?
-
Cada
vez venís mas inconscientes y os tengo que explicar más…que trabajo me dais.
Compañero si esta aquí aún queda mucho por experimentar. Esto es el
precalentamiento donde prepararte para tu viaje.
-
¿Prepararme
para qué exactamente? En teoría perdí el laste de mi cuerpo, ¿Qué le falta
hacer a mi alma?
-
¿Quién
dijo que perdiste la percepción de tu cuerpo? Acaso no notas el peso que recae
en tus pies sobre el suelo. Pues para sorpresa para ti, en el infierno no hay nada.
Cuando nada es un vacío enorme, para que te hagas una idea. Tu mente, crea todo
lo que ves, sientes, hueles y escuchas. Es natural, es un disfraz del cerebro
para sobrevivir. El problema es que nuestro consciente lo cree tan real que l
padecemos como si fuera cierto. Cuando seas capaz de nadar en la lava habrás
roto ese enlace que cuesta romper entre consciente y cerebro. Lamento no poder
decirte mas, te estoy revelando demasiado.
-
Estoy
delirando, esto debe de ser una alucinación o algo raro. Como sé que esto es el
infierno y tu eres realmente Lucifer podría ser cualquier cosa… .
-
Lucifer
o no, nos veremos más adelante– Nada mas pronunciar esas palabras empuja a
Hitbana tirándolo al suelo.-
Hitbana abre los ojos mirando a su alrededor, intentando incorporándose pero lo evitan los auxiliares médicos que se
encuentran allí. Uno de ellos al ver que está muy alterado se acerca y le
habla:
-
¡Tranquilo,
tranquilo chaval¡ Has sufrido un golpe bastante desafortunado perdiendo mucha
sangre y con una brecha en la cabeza. No
te muevas, has estado biológicamente muerto durante dos minutos.
Al cabo de tres días, los médicos dan el alta a Hitbana. Por
un problema con un coágulo de sangre que se transformo en una émbolo. Ya fue
retirado y mientras que salía por la puerta del hospital Hitbana pensaba:
-La vida explicada en un sueño... . ¿Sería ese
realmente Lucifer?¿Sería cierto todo lo que soñé?¿Estaría alucinando?¿Qué droga
me habrían metido esos médicos? Sea lo que sea, ya nada será igual.-
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